Ella, era tan fuerte que su corazón era una roca impenetrable que guardaba tantos secretos oscuros que podrían aturdir a cualquiera…
Ella, era esa ecuación que ni el más brillante físico pudo resolver jamás…
Ella, era esa hermosa y olorosa flor llena de espinas que te sacan sangre sin pensarlo dos veces…
Ella era el caos, la oscuridad, el miedo, el invierno, ese momento de silencio en el velorio de tu ser querido, era todo lo que yo carecía en mi vida.
Y yo que pensaba ser un arcoíris con más de 7 colores, la luz del sol al amanecer, el grito de un niño al nacer, la energía del mar que todo regenera, me he topado con ella y hemos hecho de este infierno que llamamos tierra, nuestro paraíso.
Siento que somos inseparables, que somos un solo cuerpo, y que me duele su cercanía pero no puedo dejarla ir, por que ella es todo lo que necesito para que mi luz brille más.
A veces quiero obligarla a brillar, cuando su oscuridad abrumante perturba mi ser…
A veces quiero que sus palabras no puedan herirme…
A veces quiero abrazar a esa rosa y pedirle que no me haga daño, que yo le amo, pero nunca es suficiente para ella, y me he dado cuenta que vivir sin ella no va a ser suficiente para mí.
