
Pienso en transformar y se ha debido a un error, un daño, una decisión que no causó el efecto efectivo de mi objetivo.
Respiro y pienso, camino y espiro, sobre la vida, mi vida, sus vidas.
Como actuamos, reaccionamos, y luego, luego pensamos.
¿Has vivido esa experiencia divertida, donde no tienes el limite de parar de inmediato con las manos, si no con tus pies ? ¡Si! La bicicleta contra pedal, das tu fuerza hacia adelante, aceleras y cuando no quieres más, llevas esa fuerza hacia atrás y así detienes en una contradicción.
¿Es acaso un acto con freno contra pedal?
¿Y si la vida no consiste en ir hacia adelante, si no hacía atrás?
Lo dice una mujer que piensa que el pasado es tan presente como el futuro, que todo no debe ser como parece, o elocuente a lo que nos genera el bien, lo que nos hace sentir vivos y seguros.
¡Órale! Que hay que vivir al revés un poco, arriesgarnos a sentir la tristeza, como sientes las espinas de un cactus entrar en tus dedos, y ahí no está el lío, el lío lo encuentras en como sacarlas, si no ves con claridad donde te hacen el daño.
Ahí deseamos desacelerar el error cometido, ya que nos causa daño, y no sabemos cómo repararlo; debemos vivirlo, sentirlo, para entender cómo sacarlo y transformarlo.
Y si vamos hacia atrás, visualizamos el acto sucedido, respiramos sintiendo que equivocarnos es lo que necesitamos.
¿Qué fuera de nosotros sin la contradicción ?
Un día despertar sin querer sol, con ese calor que se convierte en sudor y ojos entre cerrados.
Esas llamadas que no queremos contestar, personas que quieren vernos, hablarnos y solo ignoramos o tomamos una reacción fría que toma su causa, distancia.
Llega la noche, después de un día mental gris, ves luna y no sol, aprecias el frío y la soledad, tu compañía silenciosa, pero llueve afuera de tus ojos, también en las nubes de tu mente, e inicias a extrañar un poco de color, calor, y vaya contradicción. Despiertas otra vez, ahora quieres una vibración que diga contestar, salir, reír con contacto humano.
Y si interiorizamos, despertamos en la realidad de que somos cambiantes, no bipolares, que somos pasado y presente, que el daño nos impulsa a ver más allá de una mirada húmeda.
Nos paramos en la ventana, vemos crecer flores en el asfalto y nosotros marchitamos y florecemos con sol en lluvia.
S T E F F •
Es como que sin el pasado no fuera. Lo que somos, necesitamos. Del dolor y su recuerdo
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El dolor nos lleva a ver nuestro nuevo presente. “Recodar es vivir “
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Crecer después de secarnos, sentir que duele sin claridad pero con la certeza de que floreceremos como en el asfalto.
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Pero llueve afuera de tus ojos, también en las nubes de tú mente. 🦀
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Nubes negras sobre mi mente (?)
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