PENSAMIENTOS HÚMEDOS

Escribiendo sobre la piel, tocar el carboncillo N°8B azul rey, sintiendo al escribir un poco seco y áspero, como lengua de felino.

Se dilatan nuestro poros al deseo, se humedece la piel del calor evaporándose en pasión; se sintonizan los sonidos en medio de contracciones y párpados cerrados, labios mordidos candentes como sangre.

Solo imagínense, un momento caliente, un contacto piel con piel, un latido seguido de un suspiro, los besos se calienten al igual que la sangre en nuestro ser.

¿Duro o suave?

Seguro duro al penetrar los vasos sanguíneos, circulando con las ganas de correr mas sangre, transportando lubricidad para llegar al libido; y suave como la piel de cada pezon bailando en alguna boca sedienta de placer, donde se cambia constantemente la textura al endurecerse y tener firmeza y saciedad.

La humedad me persigue, nos persigue en los encuentros piel con piel. Todo sube de temperatura y así estemos bajo la luna, somos sol en lluvia.

¿Entienden?

Dos cuerpos besándose, rozándose, las vibraciones en extremidades , la saliva en cada célula que logra ser tocada, sudor en cada pliegue de placer.

Cuando somos sol en lluvia al calentar un cuerpo y sumergirlo hasta estar empapado, para llegar al éxtasis de la sensación efímera y feroz, que nos saca de órbita, elevándonos en un gemido y recibiéndonos un agarrón de sabanas, en un vaivén de caderas, con la certeza de una vagina que se dilata, como pupila bajo el efecto de alguna droga, que quizás nos durará más que el orgasmo que se desata como río sin mar.

Sensaciones fragmentadas del aislamiento y realidad virtual.
– Quiero estar sola pero contigo.
– Puedo verte, pero no puedo aunque pueda verte.
– Vuelan mis sentidos, mientras me quedo sin sonidos.
– Tiemblan las nubes mientras escribo poesía sin sentido.
-Sentir, sentido, percibo ruido, palabra sin gemido.
– Solo improviso con lo que de mi herida suspiro.
Instinto y sentido, insisto y desisto, pero por algo tendrá sentido.