El gato irreverente Don Juan, casi un clásico…
Llega al bar mal oliente a alcohol barato, vacío de besos, desesperado de caricias, como alguien que busca desesperadamente una puta para calmar su dosis de mala cama con su esposa.
Se acerca a la barra y pide la puta más barata, la bartender le dice:
-No hay putas baratas en este lugar, hay damas que lo harán soñar…
El desgraciado no sabía lo que quería, tampoco lo que le esperaba, para desgracia mia justo en aquel momento pasaba yo con labial rojo y una entrepierna que pedía a gritos placer.
Nos vimos a los ojos y el universo colapsó,me dio la impresión de que lo conocía de otra vida en donde no era tan puta, pero esa vida ya se me olvidó.
Se dirigió a mi, inmediatamente pensé:
-Un jodido ebrio más.
Él me mira y me pierdo en sus ojos. No se como ignorar su mirada y sigo su juego; me dejo amarrar.
La puta en sus días tristes. 
Cuando de amores se trata…
Unos efímeros, de una noche o cuatro, de un café o un buen vino, de un libro o una cena, de un bar o una tarde, de un cumplido que se escucha o de una mirada que lo dice todo.
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